CORTE Y CONFECCIÓN

El curso de corte y confección tiene muy pocas plazas. Nuestra filosofía de enseñanza es dar una atención personalizada a los alumnos porque hemos comprobado que clases con muchos alumnos son frustrantes y pocos útiles. El alumno se pasa la mayor parte del tiempo esperando al profesor con dudas y preguntas y no puede así seguir con su trabajo.

La modistería y la sastrería son los oficios más reconocidos en la sociedad. La ropa hecha a mano es una garantía de un acabado perfecto y de exclusividad. La artesanía, las antiguas profesiones como la modistería y la sastrería se están perdiendo porque no pueden competir con la producción en serie. La producción en serie de las prendas por empresas que trasladan sus fábricas en países donde la mano de obra es más barata, está destrozando la unicidad de la prenda y por consecuencia no hay calidad ninguna. Los tejidos baratos crean prendas baratas que con tres lavados son ya para la basura.

La prendas en el mercado actual son cada vez más baratas, las modas cambian cada vez más rápido, se produce y se compra cada vez más. Se produce más cantidad de lo que se vende y su permanencia en las tiendas es de máximo cinco semanas. Este sistema de producción se llama Fast Fashion (moda rápida) y es una práctica empresarial que cambia constantemente el diseño de los productos manteniendo un coste muy bajo. Este tipo de producción lo que consigue es que la vida de las prendas sea cada vez más corta. Algunas prendas no superan los tres lavados.

La ropa a la media es un excelente solución a los problemas de la moda y al consumo masivo de prendas de mala calidad.

En el curso de Corte y Confección trabajaremos mucho en escala 1:2 (para ahorrar tiempo y tela) y con muestrarios que prepararán los alumnos. Son muy útiles a la hora de refrescar la memoria. Se aprenderá la toma de medida, las diferentes puntadas, a mano y a máquina, y patrones base para luego seguir con cosas más complicadas. Aprenderá a elegir telas e hilvanar. Con este curso adquirirá confianza y motivación para poder manejar su máquina de coser y la remalladora  con el fín de crear diferentes tipos de prendas. 

El curso de corte y confección incluye un mes de iniciación al uso de la máquina de coser, por lo tanto, casi todos empiezan desde cero. Otros seguirán su propio ritmo.

En su libro Rawson afirma que las verdaderas artesanías han llegado a ser ámbito exclusivo de personas que procesan sus propios materiales. Usted  patronará y confeccionará sus prendas que serán únicas y exclusivas. El valor principal de sus creaciones será la calidad, las prendas serán hechas a mano siguiendo los principios de la sastrería artesanal para que la prenda perdure en el tiempo y que no se mezcle con los productos hechos en serie.

Hasta finales del siglo XVIII el oficio de hacer vestidos estaba reservado a los sastres, y las mujeres solo tenían acceso a él por vía familiar como colaboradoras, pero no nunca como dueñas de una “empresa”. 

Únicamente a lo largo del siglo XIX pudieron conseguir un espacio propio.  Hasta el último tercio del siglo XIX y la primera mitad del XX  el trabajo de modista se convirtió en una de las principales formas de inserción de la mujer en el mundo laboral. No era imprescindible ir a ninguna escuela y era suficiente el aprendizaje en un taller, o aprender de manera autodidacta. Nacieron así varios manuales de corte y confección.

Muy famoso es el manual de Carmen Martí. Si tiene curiosidad de leer esta obra maestra, puede usted pinchar aquí y descargarse el ejemplar del 1896 del manual completo del sistema Martí.

En el cambio del siglo XIX al XX, empezaron a surgir iniciativas con el objetivo de proteger a las trabajadoras del sector de una posible explotación laboral inhumana. Las modistas y costureras estaban en lo más bajo de la escala laboral. Es en este contexto, en 1909, que Agustí Robert i Surís fundó el Sindicato Barcelonés de la Aguja, primera organización que velaba por los intereses de las trabajadoras del ramo de la modistería.

Sucesivamente, en 1912, Maria Domènech de Cañellas fundó la Federación Sindical de Obreras, que además de ofrecer una bolsa de trabajo, asesoramiento laboral, formación y suministro de material, tuvo una escuela propia donde organizó actividades culturales y lúdicas para poder sufragar la organización.