FAST FASHION

La Artesanía, el Fast Fashion y el Slow Fashion

La Artesanía

Con la revolución industrial que nace en Inglaterra (1760-1830) comienza la mecanización del trabajo y el trabajo manual se remplaza por un nuevo sistema de producción que permite la repetibilidad del producto y la seriabilidad del mismo. En el 1851 el diseñador Henry Colé organizó la Gran Exposición Universal en el Crystal Palace de Londres que marcó el comienzo de la Arquitectura Moderna.

Los objetos presentados en la exposición, producidos en serie, no tenían una buena calidad en el diseño, la calidad estética era mala y nació como rechazo a la máquina el movimiento Arts and Crafts con sus grandes exponentes John Ruskin y William Morris. Morris exaltaba la figura del artesano medieval y consideraba que la máquina destruye la alegría del trabajo y mata la posibilidad del arte. En esta época la producción en serie no atiende a las nuevas situaciones de uso, no atiende a los patrones culturales y estéticos de cada región (identidad cultural) y no hubo una estética, una caracterización de lo que era el diseño en este momento.

Como contraposición entre el 1880 y el 1890 vuelven los Gremios (asociaciones profesionales), impulsados por el romanticismo de Morris y Ruskin. En el Atelier queremos recuperar la ideología socialista de Morris y crear prendas artesanas, prendas de gran calidad, volviendo al amor para el oficio y crear grupos unidos de mujeres trabajadoras. Queremos volver a lo hecho a mano, a las modistas, a la artesanía y crear un laboratorio textil de alto nivel creando un espacio social y de protección.

La artesanía, las antiguas profesiones como La modistería y la sastrería se están perdiendo porque no pueden competir con la producción en serie. La producción en serie de las prendas por empresas que trasladan sus fábricas en países donde la mano de obra es más barata, está destrozando la unicidad de la prenda y por consecuencia no hay calidad ninguna. Los tejidos baratos crean prendas baratas que con tres lavados son ya para la basura. 

La prendas en el mercado actual son cada vez más baratas, las modas cambian cada vez más rápido, se produce y se compra cada vez más. Se produce más cantidad de lo que se vende y su permanencia en las tiendas es de máximo cinco semanas. Este sistema de producción se llama Fast fashion (moda rápida) y es una práctica empresarial que cambia constantemente el diseño de los productos manteniendo un coste muy bajo. Este tipo de producción consigue que la vida de las prendas sea cada vez más corta. Algunas prendas no superan los tres lavados.

Fast Fashion

¿Podemos afirmar que el Fast fashion tiene su origen en la cultura y en el diseño Pop? El diseño Pop está concebido para usar y tirar, de bajo coste, de materiales plásticos, masificado e incorpora los temas y motivos propios de los medios de comunicación de la época. ¿Se puede encontrar similitudes entre lo que representaba la televisión en los años cincuenta y sesenta e Instagram ahora? Seguramente, pero esta reflexión necesitaría un capítulo aparte. Sin embargo, podemos entrelazar el consumo frenético, la compra innecesaria de prendas, al Kitsch. ¿Podemos definir el consumismo como un fenómeno kitsch?

El fenómeno kitsch se basa en una cultura consumidora que produce para consumir y crea para producir en un ciclo cuya la idea es la de aceleración. La moda, sus circunstancias y sus temporadas, sus medias temporadas, sus colecciones crucero, toda esta aceleración de ciclos se podría definir kitsch. Según Moles se trata de una aceleración consumidora, que ve en el objeto una multiplicidad, tomada en un momento determinado de la vida, que se extiende entre la fábrica y el tacho de basura, así como la vida del hombre se extiende entre la cuna y la tumba.

Volvemos a hablar de artesanía y de la gran labor de los artesanos. En su libro Rawson afirma que las verdaderas artesanías han llegado a ser ámbito exclusivo de personas que procesan sus propios materiales. En nuestro Atelier creamos y modelamos prendas para que sean únicas y exclusivas, promocionando la producción artesanal y valorando el trabajo humano. Deseamos seguir los principios de la sastrería artesanal para que las prendas perduren en el tiempo y que no se mezclen con los productos hechos en serie como H&M y Zara. Una sociedad no se comprende sin velocidad. La velocidad es inseparable de la riqueza que a su vez es inseparable del poder.

La velocidad, la inmediatez, el tiempo único, la interactividad todo esto está provocado por las nuevas tecnologías y los medios de comunicación. 

La consecuencia de todo esto, en el diseño de moda, se reduce en el Fast Fashion. Las prendas en el mercado actual son cada vez más baratas, las modas cambian cada vez más rápido, se produce y se compra cada vez más. Se produce más cantidad de lo que se vende y su permanencia en las tiendas es de máximo cinco semanas. Este sistema de producción se llama fast fashion (moda rápida) y es una práctica empresarial que cambia constantemente el diseño de los productos manteniendo un coste muy bajo. Este tipo de producción lo que consigue es que la vida de las prendas sea cada vez más corta. Algunas prendas no superan los tres lavados.

Las firmas exigen a las fábricas una reducción máxima de los costes laborales, fiscales, medioambientales y entregar los pedidos de forma rápida y flexible.

El impacto medioambiental y social de este tipo de producción es gravísimo.

Slow Fashion

Aunque pueda parecer el término slow fashion no es lo opuesto a fast fashion. Son dos enfoques diferentes. La moda lenta no se basa en el tiempo sino en la calidad. Los diseñadores, los compradores, los distribuidores y los consumidores son más sensibles sobre impacto de los productos de vestir sobre las personas y los ecosistemas.

En el 2007 la inglesa llamada Kate Fletcher creó el concepto Slow Fashion. Flethcher es activista, escritora y emprendedora amante de la naturaleza, que basa su trabajo en la cultura y la creatividad del diseño y de la moda a partir del compromiso con el medio ambiente y el desarrollo social. Fletcher es profesora de Sostenibilidad, diseño y moda en el Centre for Sustainable Fashion de la Universidad de las Artes de Londres. 

En el 2008 Fletcher escribió el libro “Gestionar la sostenibilidad en la moda: diseñar para cambiar” destacando el ciclo vital de las prendas: desde su fabricación hasta su consumo y posterior uso, cuestión que hasta la fecha se desconocía.  

Siguiendo el pensamiento que alguna vez expresó la famosa diseñadora de moda británica, Vivienne Westwood: “compra menos, elige bien y hazlo durar”.

Lo que está hecho a mano es único, cada pieza es única, cada zapato es único, cada persona es única. 

“Cuando una mujer se convierte en su mejor amiga, la vida es más fácil”. DIANE VON FURSTENBERG


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